He mirado toda la mañana aquel árbol, sus copas repletas de verdes
furiosos, tupidos, floreados,
de golpe, se olvida el inverno
hay flores de nuevo en aquella planta que tanto me gusta, un yuyo sin valor,
una semilla que viene entre las piedras, crece sola y saca una flor amarilla
a los colibríes les encanta y vienen de a dos
no recuerdo el hilo del tiempo de todo lo que ha pasado, guardo solo imágenes inconexas y
como cuando queremos contar un sueño y no nos salen las palabras, lo veo todo, pero nada es
posible de pronunciar y el sentido huye y me abandona
me doy por vencida, no haré ningún relato!
no voy a explicar mi propia vida y empezaré el día como si fuera el primero
de una nueva. Este es mi anhelo: una otra vida.