Y sí, abril será de libros. El hilván dorado que me conecta y sujeta. Porque eso es lo que hacen los libros: nos sujetan a este mundo mientras, al mismo tiempo, nos permiten abandonarlo.
Los tres primeros libros que leí y me volaron el coco fueron - en orden de aparición- los siguientes:
La Cámara Lúcida de Ronald Barthes (aprovecho a mencionar que lo presté y nunca me lo devolvieron así que si estás leyendo esto y lo tienes, doy recompensa! allí están las notas de una joven Lucila que me encantaría revisar), ahora lo tengo en pdf, un escaneo algo desprolijo de su 10 ma. edición. El que yo busco lo habré leído hacia finales del siglo pasado (hace tiempo que quiero usar esa frase) y con él aprendí, principalmente, que la imagen fotográfica pincha, duele y evoca.
Me gusta pensar que la evocación es tanto hacia atrás como hacia adelante. El pasado y el futuro están en la imaginación así que muchas veces evoco futuros. No creo en el tiempo lineal de las cosas y a la muerte (de la que se encarga de mencionar también Barthes) la ubico en el mismo punto de principio y de fin. Es decir, miro a quien ya no está al mismo tiempo que dejo que algo nazca en mí (o junto a mí) en la intersección de esas 3 miradas -la mirada como experiencia vital- entre fotógrafa, fotografiada y observadora, y no es un regreso desde el pasado, es algo que nace. Algo nuevo.
Fue él quien abrió mi universo a pensar la imagen como lenguaje y si bien han pasado muchos años, muchas cosas y se ha vuelto a pensar y repensar en estos temas, hay cosas que aún me resuenan. O será, tal vez, producto del cariño que se tiene a los eventos primeros, a esos despertares que hacen que escojamos, aún sin saberlo expresamente, un camino y no otro. No lo sé.
En la primera página se encuentra una frase que seguramente subrayé : “la vida está hecha así, a base de pequeñas soledades.”
.
Sobre la Fotografía de Susan Sontag. Descubrirla fue amor total, sentía sus temas tan cercanos y complejos que dejé comentarios variados y preguntas en los bordes de las hojas. La muerte, la magia implícita en el acto de fotografiar, la idea de colección, de convertirlas en talismanes, todos esos conceptos inundaron mi universo. Luego de fotografiar y fotografiar hoy me dedico a hurgar en mis fotografías pasadas buscando nuevos significados, polisemias que en su momento se perdieron. Mi atención ahora está en mis imágenes dormidas (mis talismanes personales) como si en ellas hubiera algún secreto esperándome.
.
En el 2000 llega El Beso de Judas - fotografía y verdad de Joan Fontcuberta. Visitaba el estudio de Zátonyi más de dos veces en la semana y la idea aristotélica de que el arte miente para decir la verdad estaba muy presente, muy hablada y de pronto me encontraba con un Joan contemporáneo que venía a decirlo y a hacerlo! Con él cambió mi modo de hacer fotos o -mejor dicho- se amplió hacia otro lugar, me permití otras cosas.
Son libros (y autores) a los que regreso porque son refugio. Me encuentro con quien he sido y me reconfiguro nuevamente para abordar el tiempo que toca, un tiempo diferente a aquel pero que no deja de ser un tiempo que -aunque de otro modo- desea atrapar, contar y decir. Evocar.
¿Cuáles son tus libros rescate?
En las clínicas/mentorías doy espacio a estas ideas, a estas preguntas y regresamos a los refugios una y otra vez para poder construir nuestras propias narrativas. He abierto agenda para encuentros individuales tanto online como presencial, si quieres saber un poco más, pincha aquí o me preguntas directamente.
Notita importante: entre el viernes 21 y el domingo 30 de abril (del 2023) habrá festival de publicaciones independientes, libres y bellas: (h)ojalá en The Stendhal Room. Sigue la pista en su Instagram y por aquí, que continuaré por la senda librera.
En el 2024 hacemos el 2do (h)ojalá y los días de festival serán 19 y 20 de abril.
Otra notita *Recuerdos del futuro es una novela de la hermosa y genial Siri Hustvedt :)
hasta la próxima hilvanada!
Lucila