Deseo que hayas comenzado el 2023 con tranquilidad y ganas de cosas nuevas.
He vuelto a un viejo ritual y ha sido el de recibir al nuevo año en algún sitio distinto al habitual y tomar lo que ocurre esa noche y día a modo de signo acerca de cómo vendrá el año, cuál será la energía con la que se me presenta o qué viene a proponerme.
Me gustan los rituales, la celebración, el rito y la narrativa que en ellos anida. Todo ritual necesita de una duración y es por eso que me atraen tanto.
De estos rituales de año nuevo recuerdo particularmente dos. El primero fue a los 22 años, ya estudiaba cine y foto e iba encaminada no hacia otro lado, pero en ese viaje fue cuando me dije “haré de esto mi profesión, mi modo de vida”. Estaba en Londres y un desconocido me regaló una entrada para ir una fiesta. Así que, allí fue donde lo pasé. Dentro de una enorme disco a puro baile en una pequeña ciudad bastante alejada de donde yo me alojaba, llamada Ilford. IIford!!, la marca de película fotográfica y químicos por excelencia. No hace falta que cuente mucho más. Todo ese primer tiempo fue de absoluta libertad y expansión y la fotografía fue mi principal aliada.
Londres,1996
El otro que recuerdo fue a los 36, me acababa de separar y fue en una isla, en la casa de una amiga y con amigos de ella. Pasadas las 12 me subí a un bote y salí a remar por los canales del delta como si supiera, vi el cielo amplio, lleno de estrellas y me invadió una sensación de –nuevamente– libertad y expansión. Me reencontraba.
Este año el comienzo fue entre teatros, foros y columnas romanas que aún siguen en pie. Recorrí castillos y palacios, muros y ciudades medievales. Caminado por ahí tocaba más de 2000 años de historia y pensé en la mía propia, en mis antepasados, en los más cercanos y en aquellos a los que desconozco pero hacen de mí quien soy ahora. Con sus dolores y sus glorias. Un hilo que se enreda por momentos, pero que nos sujeta y empuja a ser lo que somos.
Vaticino un año de reconocimiento e integración con la que he sido para liberarme y expandirme hacia lo que quiero ser. Honrar a mis ancestros será honrarme a mí misma.
Pensarnos dentro de una narrativa nos rescata de la fragmentación en la que estamos inmersas y eso hace sentido, nos devuelve la duración.
si hablo de COMPARTIR …
La semana que viene daré comienzo a una nueva edición de mi taller de autobiografía: Narrativas personales - el hilo autobiográfico -
Será presencial lo que me genera una especial alegría y emoción. Quedan 2 plazas disponibles y nos recibirá la hermosa casa The Stendhal Room, un lugar más que inspirador en pleno Malasaña. Si estás en Madrid y te interesa sumergirte en el tema, te espero encantada. Aquí puedes leer más sobre este taller. Finalizaremos con el ritual de compartir lo realizado en un pequeño fanzine.
Esta propuesta está destinada a fotógrafes, artistas, collagistas, ilustradores, poetas con cámara y a toda persona curiosa, con ganas de desplegar sus ideas y su creatividad.
Mientras tanto, mi propuesta ahora para contigo será la de conversar -aún no sé con qué frecuencia- sobre algún tema al que le esté prestando atención y a modo de hilo iré uniendo eslabones para contarte cosas, recomendaciones, sugerencias y lo que me rodee en ese momento. Veremos hacia y hasta dónde nos lleva esto pero, sobretodo, espero que la pasemos bien :)
si hablo de ESCRIBIR …
De los rituales para escribir escuché una vez que Isabel Allende al disponerse a escribir encendía una vela y hasta que no se consumiera no dejaba la pluma o el teclado. Varias veces he tomado este método para entrar en concentración profunda y hacer del momento de la escritura un espacio sagrado.
si hablo de MÚSICA …
Todo esto me hizo recordar y querer volver a escuchar Rito, un tema que me encanta de Soda Stereo. Pero la idea de buscar en google y leer las interpretaciones sobre la letra me alejó de toda poesía. No lo hagas. Mejor ir a una de sus últimas y bellas versiones.
Amsterdam, 1997
Si hablo de CINE …
Imposible no irme hasta Jodorowsky quien hizo de los rituales, los signos y la teatralización de los conflictos y traumas toda una estética y una filosofía llamada psicomagia. Su peli, de corte autobiográfico y sanador, La danza de la realidad es toda una declaración de eso mismo.
Como ritual de cierre …
Llego al Tarot de Marsella (rescatado y reinterpretado por Jodorowsky y Camoin)
Escojo una carta al azar …. nos sale El Emperador. Buena carta para comenzar el 2023, nos propone y trae consigo cierto orden luego de estos años tan complejos. Y también nos dice que es tiempo de aplicar lo aprendido y decidir el rumbo de nuestra vida, dejar de dudar e ir hacia la acción.
Feliz año y hasta la próxima hilvanada.
Hola, Lu! Qué lindo leer todo lo que compartiste sobre los rituales, gracias! <3 Y hermoso encontrarme con las palavras de Javi acá abajo también!
Me encantó saber las historias de tus años nuevos marcantes y creo que voy a probar el ritual de la vela de Allende.
Por acá, el ritual fue poner la casa nueva para darle vuelta al año, así que capaz sea un año de dar la bienvenida a todo lo que es nuevo.
Besos grandes y un gusto leerte otra vez!
¡Hola Lucila!
Es una alegría muy grande leerte, y aún más escucharte.
Me gustó mucho el relato de los comienzos de año, momentos tan fundacionales con los que conmemoramos el paso del tiempo, y como ello nos repercute, nos designa, nos invita.
Toda conjunción astrológica es pagana, y como tal, sagrada.Encuentro en tus relatos ese respeto por lo profano que tan bien me hace. Sin intentar cambiar nuestro pasado, pero asumiéndolo en un contexto fuera del alcance de los dioses religiosos oficiales. Cultivar lo pagano es volver al estado iniciático de la mitología ancestral. La que se corrompió con las ansias del poder y la conquista. No me interesa la denuncia pero sí la necesidad de situarme ante el universo.
Pero volvamos a los inicios de año.
Me interesa el recuerdo de lo pasado. Las grandes reuniones cerca de Los Andes y la solidez de las montañas. Las familias que se fueron reduciendo hasta solo quedar rodeado de los seres esenciales. La necesidad del mar. La música a todas partes. Uruguay surge entre la bruma y la arena. La lejanía. El imaginarme que un día dejaría todo para escribir, pero también para fotografiar. Ambas actividades que me invitan y conminan a dejar una huella, a interpretarlas y vivirlas como un rito. Imaginarse una vida retirada luego de haber entendido algunas cosas sobre el mundo y la sociedad occidental. Pensar en cuánto nos ayudó Marta en ese propósito. Y el arte, nuestra religión de base.
Me inspira tu relato, corto, pleno, desesperado. La búsqueda de una verdad, aunque sea pasajera. Una comprensión cabal de que cada momento cuenta, porque es un fragmento de un testamento que es tuyo por definición y porque ante uno, ser dios es la única posibilidad.
Estoy construyendo mi diario. Cuadernos manuscritos que se apilan y constituirán mi huella. Mi prueba de algo que sucedió. Hay tres diarios —seguramente hay miles pero estudio con recelo éstos tres— que me acompañan: "Martirologio", de nuestro querido Andrei Tarkovski, "Ningún lugar adonde ir" del querido lituano Jonas Mekas, y los diarios de Ricardo Piglia, relatados por él mismo. Piglia mismo sostiene que el hacer un diario contiene la vida de una persona en un formato que es esencialmente literatura en estado puro.
Mi vida cívica transcurre otros carriles, no menos demandantes y acaso divertidos, pero Madrid para un taller sería un gran gran plan. Que como todos, se seguirá construyendo.
¡Un beso y hasta pronto!
Javier